Por años, mientras Abuela juntaba cosmos por las montañas yo me dedicaba a juntar huesos de vaca. Tenía mi colección en la terraza. Mis piezas preferidas eran las cabezas, siempre habían como siete en una fila perfecta. Las vacas son distintas a los perros salchichas, no te demuestran amor.
3 comentarios:
mios!
los extraño.
ellos también a vos! pronto van a juntarse en tu ventana apoyando la nariz mojada contra el vidrio.
me encanta.
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